1.13.2010

Creo en lo desinteresado, creo en lo no lucrativo, creo en el intercambio, creo en la retroalimentación, en el poder de el arte respecto a las personas y el mundo; creo en la dramatización para la simplificación, creo en lo que se dice de verdad y sin miedo alguno, creo en el valor de los valientes y en el miedo de los miedicas pero no creo en la fe de los creientes ni en nada superior ni inferior a qualquiera. Creo en los sentimientos que no se dicen con la boca, creo en la recreación de los humanos en su sentido más teatral y terapéutico. Creo en la reciprocidad, en el agradecimiento mútuo, en el poder y la multimentalidad de las massas unidas hacia un mismo fin, creo en un cambio, así como en su dificil desarrollo actual. Creo en la capacidad para perdonar de las personas así como soy consciente de su misma capacidad para dañar. Creo en los payasos y en todos los seres que dedican su vida a la vida de los demás, aunque sea por unos segundos o si es para toda la vida. Creo el la música que emerge y contagia, en el ritmo, en la danza como sistema comunicativo. Creo en el amor sin su sentido romántico, en su faceta salvaje, en su faceta animal. Creo en la atracción de los cuerpos así como en su despolarización y comparto la sensación de efimeridad de la línia que separa al amor del odio. Creo en la bipolaridad de una situación y en los dobles siginificados. Creo en las yemas de mis dedos.

No hay comentarios: